MEDICINA FACIAL ANTIAGING
Tratamiento de surcos y arrugas
Cuando gesticulamos, -elevando las cejas, frunciendo el ceño, sonriendo…- damos lugar a la aparición en el rostro de una serie de surcos que se conocen como arrugas dinámicas o de expresión. Estas se producen como consecuencia de los pliegues que forma la piel cuando se contrae el músculo que está adherido a ella.
Con las infiltraciones de una proteína denominada toxina botulínica -o bótox- buscamos aportar frescura y luminosidad al tercio superior de la cara, suavizando las líneas de expresión de la frente, la glabela (el entrecejo) y el perfil ocular (las famosas patas de gallo).
Algunos de los surcos que manifestamos en el rostro no tienen un origen puramente dinámico (causado por la gesticulación repetida) sino que se van formando con el paso de los años por la pérdida gradual del espesor de los tejidos que conforman la fisionomía de la cara (grasa, músculo y hueso). Como consecuencia, se pierde firmeza en la piel y, por ley de la gravedad, existe una tendencia al descolgamiento de las estructuras faciales.
Así, se van formando una serie de arrugas llamadas gravitacionales, entre las que se encuentran las que bajan desde los orificios nasales hasta las comisuras de los labios (surcos nasolabiales) o las que se evidencian por debajo de dichas comisuras (surcos labiomentonianos), entre otras. Estas líneas pueden tratarse con rellenos dérmicos -o fillers-, o con suturas de tracción. Se consensuará con el paciente la opción más adecuada haciendo un estudio individualizado previo al tratamiento.
Reposición de volúmenes
En Medicina Estética, la imagen tridimensional del rostro fundamenta la fisionomía de la persona. De esta manera, recuperar los volúmenes perdidos con el paso del tiempo, o proyectar estructuras que el individuo ha desarrollado en menor proporción al resto de facciones, son objetivos posibles que en nuestra clínica podemos conseguir con la ayuda de los diferentes rellenos dérmicos o “fillers”.
Las áreas a tratar son todas aquellas susceptibles de una remodelación favorable. Algunas de las más habituales son el arco malar (el pómulo) y el mentón. Su realce permite devolver a la paciente el triángulo de la belleza, cuyos vértices vienen marcados precisamente por la barbilla y las proyecciones malares. Este triángulo revierte al que se tiende a desarrollar en la senectud, donde las bolsas que se forman a nivel mandibular marcan la base del polígono y el vértice superior se localiza en el entrecejo, dando un aspecto de cansancio y tristeza.
Con el paso de los años, la grasa que se almacena en la región comprendida entre los ojos y los pómulos protruye hacia adelante, provocando la aparición de inestéticas bolsas que proyectan una aparente fatiga al semblante.
Para disimular estas bolsas, se recurre a los rellenos de un particular ácido hialurónico con un grado de viscoelasticidad específico que, infiltrado en el surco que corresponde al valle de lágrimas, suaviza el problema al igualar las superficies. Así, se consigue un rejuvenecimiento de la mirada eficaz y duradero
Corrección de insticismos
En casos leves a moderados, el remodelado nasal o tratamiento estético de las imperfecciones de la nariz puede realizarse en consulta sin necesidad de pasar por cirugía. Las correcciones más comúnmente demandadas son la rectificación del dorso (suavizado de la giba o caballete nasal) y la elevación de la punta de la nariz.
Para abordar estas y otras deformidades, las técnicas más empleadas son los implantes de relleno y la toxina botulínica o bótox. En estos casos, los implantes corrigen la convexidad que forma la giba en el dorso de la nariz, y el bótox actúa revirtiendo la función del músculo depresor del tabique nasal, músculo que tira de la punta nasal hacia abajo.
La sonrisa gingival es un esteticismo que se manifiesta con cierta frecuencia entre la población. Consiste en mostrar parte de la encía de los dientes superiores al sonreír. Esto puede suceder por diferentes motivos.
Cuando se produce por una hiperactividad del labio superior (un exceso de elevación de este durante la sonrisa) existe la posibilidad de tratarlo de forma ambulatoria, es decir, evitando la cirugía. En estos casos tenemos como opciones el tratamiento con rellenos dérmicos a nivel de la mucosa labial –dando volumen al labio durante el gesto de la sonrisa- o bien la relajación de la contracción muscular del labio superior con inyecciones de toxina botulínica.
Ambas técnicas son complementarias y reversibles, y se debe valorar en cada paciente la conveniencia de llevar a cabo uno, el otro, o una combinación de ambos a la hora de iniciar el tratamiento.
Ya sea por la exposición prolongada a diferentes fuentes de luz, ya sea por causa hormonal o genética, por la administración de determinados fármacos durante largos períodos de tiempo, por la presencia de lesiones antiguas en la zona, o por la sensibilidad propia de cada persona, la aparición de lesiones pigmentadas (manchas) en la piel es motivo frecuente de consulta en las clínicas de Medicina Estética.
Las manchas se producen por un acúmulo de una proteína llamada melanina en la región afectada. La melanina es un escudo de protección natural del organismo hacia las fuentes luminosas (los rayos UVA procedentes del sol, la radiación infrarroja y todo el espectro de luz visible). Una concentración excesiva de esta proteína da lugar a un cambio de coloración en la zona que altera la uniformidad del tono de la piel.
A pesar de que el tratamiento de estas lesiones supone un reto complicado, ya que es difícil garantizar la desaparición total y definitiva de la mancha, en Idunn Medical contamos con diferentes técnicas para combatirlas. Las 2 opciones más comúnmente empleadas son el peeling despigmentante y la crioterapia con nitrógeno líquido.
El acné se manifiesta como lesiones sobreelevadas infectadas (pústulas) o no (pápulas) sobre una piel enrojecida (eritema), y es frecuente en personas jóvenes en las que, a causa de un desequilibrio hormonal, se genera un exceso de grasa en las glándulas sebáceas. Esto da lugar a la obstrucción del conducto de la propia glándula, lo que provoca una inflamación local, responsable de la aparición en la piel tanto de los comedones como de los inestéticos «granos».
Estas lesiones pueden ser colonizadas por bacterias de la especie Cutibacterium acnes y, en los casos más severos, originan cicatrices deprimidas que persisten durante toda la vida. Es posible tratar el acné tanto en su fase activa (cuando el paciente está todavía desarrollando brotes) como en su etapa residual (cuando ya solo quedan las marcas).
El tratamiento suele asociar, por un lado, la administración de fármacos por vía oral y/o tópica, y, por otro, las técnicas directas sobre la piel realizadas en cabina, generalmente los peelings y la mesoterapia facial.
Rejuvenecimiento peribucal
Esta técnica se ofrece para recuperar la pérdida de definición del labio, para dar un mínimo aporte de volumen o simplemente para realzar de manera sutil el contorno.
Consiste en infiltrar implantes de relleno dérmico reabsorbible (o fillers) justo a nivel del perfil labial, con el fin de lograr una discreta proyección del área tratada.
Se conoce como código de barras a las líneas verticales que surcan el labio superior y ascienden en mayor o menor medida en dirección a los orificios nasales. De igual forma, pueden presentarse en el labio inferior y descender hacia la barbilla. Son habituales en personas fumadoras y en adultos de piel seca, y se producen por la contracción repetida de los labios simulando el gesto del beso.
Existen diferentes alternativas de tratamiento para suavizar el código de barras, siendo la más habitual la técnica combinada de perfilado labial y blanqueado de arrugas con implantes de relleno dérmico reabsorbible (o fillers).
Uno de los tratamientos más requeridos por nuestras pacientes es aquel que busca engrosar el bermellón de los labios, ya sea para armonizar la boca con el resto de los órganos del rostro, ya sea para dar un toque de sensualidad al contorno facial.
A tal fin disponemos de implantes de rellenos dérmicos biocompatibles que son infiltrados en la mucosa del labio, y, una vez se integran en las capas más profundas, aportan el volumen deseado.
Mejoría de la calidad de la piel
Uno de los objetivos esenciales de la medicina estética es alcanzar y mantener un aspecto saludable de la piel.
Ante una tez apagada o deshidratada, existe la posibilidad de emplear una serie de agentes que, bien sea infiltrados en las capas medias y profundas de la dermis a modo de mesoterapia, bien sea aplicadas directamente sobre la superficie cutánea disueltas en fluidos mediante la técnica del peeling, aportan los nutrientes necesarios para recuperar la hidratación y luminosidad deseadas.
Cuando se trata de una pérdida de firmeza cutánea, el objetivo es estimular la actividad de unas células específicas (los fibroblastos) para que creen nuevas fibras de colágeno y elastina, proteínas estructurales de la piel, a fin de recuperar la consistencia y tersura del rostro.
A este fenómeno de recuperación de la elasticidad del cutis le llamamos redensificación dérmica, y puede lograrse a partir de diferentes técnicas, entre las que se encuentran las distintas versiones de mesoterapia facial, la estimulación con hilos tensores de polidioxanona (PDO) o la infiltración de determinados rellenos dérmicos con potencial efecto reafirmante
Entre los múltiples objetivos implicados en el rejuvenecimiento la piel, uno de los que mayor impacto visual provoca es el resultado de eliminar las impurezas y las células muertas de las capas más externas de la epidermis.
Esto se consigue con técnicas de descamación, como los peeling o la mesoterapia virtual con microagujas (microneedling), gracias a las cuales se consigue no solo desprender de la superficie cutánea residuos ambientales y restos celulares, sino también acelerar el proceso de recambio de los estratos de la piel, lo cual tiene un efecto regenerador que aporta frescura y luz al rostro.
Relajación de maseteros
Muchos individuos, de forma consciente o inconsciente, con más frecuencia durante la noche pero también a lo largo del día, aprietan fuertemente la mandíbula y rechinan los dientes por contracción mantenida del músculo masetero, produciendo efectos clínicos tales como erosión de las piezas dentales, afectación de las encías, dolor de cabeza o de oídos, etc.
A este fenómeno se le denomina bruxismo, que significa, literalmente, «rechinar». Para eliminar esta desagradable dolencia, la toxina botulínica nos permite ofrecer un efectivo tratamiento basado en la relajación temporal del músculo, lo que reduce de forma evidente la contracción y sus efectos a corto y largo plazo.
En ocasiones, la contracción mantenida del músculo masetero, responsable de la presión de la mandíbula superior contra la inferior y del rechinamiento de los dientes, da lugar a un crecimiento exagerado del músculo, llegando a deformar parcialmente la cara por la aparición de protuberancias en el lateral del rostro que confieren a este una forma cuadrangular.
Con la aplicación de toxina botulínica se consigue una discreta pero suficiente atrofia del masetero que, al reducir sus dimensiones, adelgaza el contorno, suavizando así el perfil del óvalo facial.
Redefinición del óvalo facial
Una consulta de Medicina Antienvejecimiento ampliamente atendida es la reversión del proceso de laxitud cutánea. Con los años, las fibras de sostén van perdiendo consistencia, lo que hace que la piel sufra progresivamente un mayor grado de flacidez y, en consecuencia, que se produzca el temido descolgamiento y la pérdida de definición del óvalo de la cara.
El colágeno es una proteína estructural. Se dispone como un entramado de fibras que conforman el armazón interno de la piel, confiriéndole firmeza y permitiendo que las diferentes estructuras mantengan su posición venciendo a la gravedad. El envejecimiento, entre otras muchas características, da lugar a un empobrecimiento en calidad y cantidad de esta proteína, lo que se traduce en una pérdida de su funcionalidad. Esta devaluación del colágeno implica el debilitamiento de la dermis, provocando el deslizamiento hacia abajo y hacia delante de la piel del rostro.
La Medicina de Rejuvenecimiento, a fin de devolver la lozanía a las facciones de la cara, dispone de técnicas de redensificación y retensado que permiten, en los casos de descolgamiento leve a moderado, sustituir a la cirugía de estiramiento facial con tratamientos conocidos como “lifting no quirúrgico”. Entre ellos, destacan tanto las suturas dérmicas de tracción como la tecnología HIFU.